recordame esta noche

"RECORD"AME ESTA NOCHE

October 09, 20252 min read

Fecha: 8.10.25

Un capítulo más de encuentros, de magia, de risas y de nostalgia; entre amarillos y naranjas había cuentas por saldar. Para la historia, para el dato frío, se trataba de la tercera fecha de Los Papis en el Club San Martín de Monte Grande.

Otra vez en cancha de nueve, la lista semanal cantó bingo y acomodó un nuevo récord institucional: 20 jugadores bajo un mismo sol, y que nadie deje de creer; un montón. Con todo lo artificial como testigo, el arranque era cosa juzgada. De elegante y caprichosa —feliz innovación para la ocasión—, la pelota se llevó los flashes.

Verdaderamente parejo, ambos equipos dejaron pasar los primeros veinte con el fin de conocerse. Algo más por parte de los orange boys: un zapatazo de Rocky en el larguero avisaba. En rebeldía, esa ordenada pared amarilla logró meterse en la disputa. Fue entonces que el debutante Juan Pablo, con un disparo rasante y cruzado, marcó la primera diferencia; justicia, y hasta ahí.

Roto, sin recorrido en el medio, el cotejo literalmente se había quebrado. Con juego para los extremos, la defensa amarilla dio con el calibre. Ordenada y serena, planteó estrategia y alimentó un bloque ofensivo que no fue correspondiente. Y más allá de que el segundo gol llegó (pidiendo permiso, desde los pies del Potrillo), entre Alan y la suerte, increíblemente quien ganaba no sumaba; por ende, no definía.

Pero el fútbol es fútbol, y en el imaginario colectivo la zanata justifica todo: ganar por duplicado es el peor resultado, nunca se canta el gol antes de que entre, y dicen que aquello que se erra en el arco de enfrente se sufre en el propio; verdad absoluta. Con el Toro a la cabeza, en combinación con un Leo Melli algo apagado, las posibilidades se adentraron. Y tanto va el pájaro a la fuente que el Oso Blanco logró descontar. Agarrala rápido: 2 a 1, y que sea otro partido.

Los minutos pasaban, los delanteros amarillos seguían evitando el gol y, en lo opuesto, el morbo. Obviamente, si no aprovechás eso tan poco que tenés, la samba termina cantada. Contra bien realizada, pases al dedillo y sacate la bronca, Leo Giroldi: 3 a 1 en el score final, y se grita toda la semana.

En definitiva, el fútbol de los miércoles no es solo un recurso más para evitar el estrés o esquivar la rutina más bastarda; es, también, una pausa amable en medio de tanto ruido, donde la amistad se hace presente y nos marca el mejor camino.

La palabra de Dami.

Especial para los arqueros.

Amarillostenes una filtracion?

El Tercer Tiempo:

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