
YO OPINO: “CUANDO TODAS LAS PARTES HACEN SU PARTE”
Siendo sábado, y aún con el histórico partido a nuestras espaldas, vale tomarse unos minutos y parar la pelota. Sin restarle importancia a la masacre amarilla y siguiendo el comentario del grupo, es bueno hacer un análisis de lo extrafutbolístico, también sucedido hace más de 48 horas. Como parte de un nuevo segmento del blog, desparramando una humilde opinión de quien los molesta, bienvenido sea enarbolar una bandera que cada día se hace más fuerte: la nuestra.
Lo del miércoles no se recordará como una noche más. El deseo, la organización, las dudas y un trabajo mancomunado que comenzó tres semanas antes, son el resultado de un rompecabezas complejo pero esencial. Allí, al igual que en el famoso juego de mesa, cada pieza fue vital para un todo; para ver la foto completa. Circunstancias y situaciones que, sin pedirlas o exigirlas, funcionan felizmente como soluciones.
Pero repasemos. Comenzando con el regreso del Mago y su trabajo en la parrilla, la vara arranca alta. Lesionado, en pleno proceso de recuperación, el habilidoso jugador de San José dijo presente tras su operación. Tomando por asalto los fierros, en silencio y a la sombra de los goles, se despachó con terrible asado para la banda. Como tu vieja con la merienda lista cuando venías del cole, apenas abandonábamos la cancha, con la tabla repleta de carne nos aguardaba el delantero. Un lujo e irreprochable sensación de camaradería.
Ahora bien, para que eso suceda, Damián se tomó el tiempo de contactarlo, ir a buscarlo hasta el corazón de Temperley y poder traerlo dentro de la comodidad que su estado de salud ameritaba. De igual manera el Potrillo, una vez terminado el evento, lo alcanzó hasta sus aposentos. Dando paso al presente de este último, párrafo aparte para su insistencia y posterior compra de dos camisetas (una amarilla y otra naranja) que permitieron que todos los presentes estuvieran vestidos para la ocasión. Otro golazo de Nico.
Siguiendo con el recorrido, llegamos a Rocky. Nuestro vecino y amigo de Transradio —como otras veces lo hizo el Gran Mariscal Jorge—, Adrián se ocupó de comprar los alimentos, fundamental para evitar que las fieras asesinen a alguien. Situación similar la de Naza y el pan. En su grato regreso a las filas de Los Papis, el panadero evocó su gran virtud y no desencantó. A no olvidarse de Leo Melli, que más allá de no poder quedarse a cenar, vino con sus mortadelas al hombro y la picada volvió a brillar. Los que compraron el carbón: Alejo, Sampa, el Oso Negro y alguno más que ya me olvidé. O el Toro, que si no son sus provoletas de elite y su comida en pasos, son los maravillosos vinos que purifican el alma.
Qué decir de Pirueta, el “as del pozo”. Molesto, perseverante y sabueso; el community manager para la gilada es tenaz a la hora de cuidar lo que ponemos en nuestro banco. Exprimiendo piedras y peleándose todos los días con un tal Axel, no hay dudas de que Giroldi sabe manejar el chanchito. Pero no me quiero olvidar de otro gesto auténtico, que pasa de mano en mano y se comunica en rotación: nunca se repite quién lava las pecheras y se hace cargo hasta el miércoles siguiente. El Zapatero, Alan de Burzaco o el mismísimo Galgo (que todavía sigue corriendo), una vez terminado el partido levantaron la voz y sin chistar, a lo suyo. Suena a pavada, pero en tanto problema suelto, es suavidad para la mente no pensar en algo más.
Detalle no menor nombrar a la Secretaría de Deportes (comandada por Dami) y su denso accionar en el armado de los equipos. Tarea fácil de esquivar pero tan necesaria como empezar un partido a horario. Congeniar la suma de apellidos para luego buscar paridad y que al sanguche no le sobre nada. Mención aparte para el Departamento de Prensa y el excelente aporte de la gente de diseño para mezclar notas, carátulas y elevarlo a un blog cada día más famoso. Cómo olvidarse del Oso Blanco, del bolso de las bebidas y en especial de ese fernet; algún día vamos a publicar aquella historia sobre la prohibición de una botella, secuestrada y maltratada por las autoridades del complejo. De pie señores: el Pela ya mangueó una o dos cervezas. Sí, en el momento en que ya te ibas, sus artes ocultos obligaron al dueño de casa a ponerse con algo gratis; no cualquiera. A propósito, si quieren apreciar cuál es el colmo de los colmos, busquen a Cali. A horas del comienzo del “Eleven Papis Series”, un problema mecánico dejó al volante tirado en el Camino de las Latas. Inmediatamente, el compromiso de todos: ropa deportiva de Alan de Burzaco, botines del Galgo y cuanta cosa se necesite, a la carta. Una vez más, tender una mano, ayudar, estar a la par.
En definitiva, es mirar con HD lo que más nos gusta. La ecuación perfecta entre el fútbol, el compañerismo, la amistad y escapar por un ratito de un océano rutinario, de problemas y desencantos. Hacer familia a una pelota número cinco pero también quedarse preocupados por la correa de distribución de una camioneta. Más allá de todos los apellidos recién nombrados, cualquiera de los 26 que pasaron por el Palacio es parte de un mismo evento. Sin techo, en busca de la utopía, no existe un freno a esta linda locura. Como somos, como sentimos, como queremos. Porque de esto se trata: de enseñarle a nuestros hijos y contarles que “es por acá”. Lo simple, lo diferente, lo que te da ganas de volver a hacer; una y mil veces. Cuando todas las partes hacen su parte, déjenme decirles que funciona. Que cada miércoles sea un ejemplo… en estos tiempos donde no hay tantos.

